¿Qué detona las ansias de comer?




¿Qué detona las ansias de comer? 

¿Cuándo fue la última vez que estabas estresado, enojado o frustrado? ¿Esas emociones te dan ganas de comer? ¿Haz comido alguna vez cinco de tus galletas favoritas de chispas de chocolate así hayas dicho que sólo te comerías una? Ahora recuerda la última vez que fuiste al cine. ¿Compraste soda y palomitas de maíz a pesar de que no tenías hambre, sólo por el hecho de que eso es lo que siempre comes cuando vas al cine? Éstos son ejemplos de factores que te impulsan a comer de más- impulsos emocionales, impulsos de comida e impulsos circunstanciales. Aprender a reconocer y controlar estos impulsos te ayudará en tus esfuerzos para controlar tu peso. 

A menudo desarrollamos reacciones condicionadas o aprendidas a los factores que nos impulsan a comer. Y aunque esos impulsos pueden tomar vida propia y se sienten como una respuesta a un reflejo, no son exactamente lo mismo. Por suerte, tú puedes pensar, razonar e ignorar estas respuestas condicionadas. 

El primer paso es darte cuenta de que no puedes negociar con tus impulsos de hambre. Para extinguir el poder de tus impulsos de hambre tienes que dejar de responderles permanentemente al menos hasta que tengas control sobre ellos. El control significa que tú- no el impulso - decide dónde, cuándo, y qué vas a comer. Comienza identificando los alimentos, situaciones y emociones que inconscientemente te llevan a comer de más. Presta atención especialmente a lo que comes cuando estás afuera - en restaurantes, en el cine u otros sitios favoritos. Observa tu conexión entre tus emociones específicas y tu deseo de comer ciertos alimentos. Para algunas personas, sólo el estar más concientes es suficiente para controlar algunos de los impulsos más débiles. Algunos impulsos más fuertes requieren un poco más trabajo. 

Trata de usar estas estrategias para controlar tus impulsos: 

Identifica qué te impulsa (por ej: el olor de las palomitas de maíz en el cine). Registra las veces que comiste de más. Busca patrones de cuándo, dónde, y qué te conduce a comer de más. 
Evalúa el daño (por ej: pregunta por la información nutricional de las palomitas de maíz y la soda que te acabas de comer). Si comiste de más, calcula cuántas calorías te acabas de comer. A veces evaluar con más precisión el daño te ayudará a ser más consciente. 
Determina la razón del impulso (por ej: en la matinée las palomitas de maíz estaban a mitad de precio, y no pudiste dejar pasar esa ganga). ¿Qué te impulsó a comer? Luego encuentra una mejor razón para no comer la próxima vez que se te presente esa tentación. 
Decide cómo vas a evadir ese impulso la próxima vez (por ej: evita la matinée o asegúrate de almorzar antes para no estar tan susceptible a los aromas tentadores). 
Enfócate en un impulso a la vez, empezando con los fáciles primero. Aprender a controlar éstos aumentará tu seguridad para poder manejar los más difíciles. 

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