lunes, 31 de diciembre de 2012

Junior Orange Bowl Parade is a family tradition for Slesnick siblings


December 23rd, 2012




Parade Chair Kathleen Slesnick Kauffman and JOBC President Don Slesnick III at the May unveiling of this year's parade theme.
There’s a brother-sister duo who are mighty glad the Junior Orange Bowl International Youth Sports Festival is celebrating its 64th season with its famed parade hitting downtown Coral Gables on Sunday, Dec. 30.
That’s the payoff for Junior Orange Bowl Committee President Don Slesnick III and JOB Parade Chair Kathleen Slesnick Kauffman, who will enjoy the results of their committee’s work to produce one of the City Beautiful’s most important events, which draws thousands of spectators to Coral Gables.
Because the Slesnick family has a long history of involvement in the city, let alone the Junior Orange Bowl, the day will be full of memories, too.
“My brother and I were usually in the parade, riding on a float and waving to the crowds,” says Kathleen. “It was the kind of exhilarating experience you never forget.”
The pair’s father is former Coral Gables Mayor Don Slesnick II, who served as president of the Junior Orange Bowl in 1986-1987. Their mother, Jeannett Slesnick, well-known Realtor and community volunteer, also served as president of the Junior Orange Bowl in 1989-1990.
Caught up in this major event as a youth, Don III, 36, says it was natural to seek ways to be involved after returning to Miami after college. He began working on the parade and 11 years later became president of the Junior Orange Bowl Committee.
Kathleen, 40, says she began as float judge and band judge coordinator seven years ago because she had been in the Coral Gables High School Marching Band. Other family members are involved, including Don III’s wife Cecilia Dubon Slesnick, membership chair of the Junior Orange Bowl Committee.
The Junior Orange Bowl has its roots in Coral Gables’ first Celebration of Youth in 1948; a parade opened the first Junior Orange Bowl Youth Festival, a series of sporting events that came to include golf, soccer, tennis and swimming in later years. Professional athletes such as Tiger Woods took part in these events as kids.
In 1958, the first Junior Orange Bowl Queen was selected; a year later, organizers decided they needed a group to make decisions and add new ideas, and the Junior Orange Bowl Committee was born.
Today, Don and Kathleen say it’s especially rewarding to have a sibling as co-leader of such an affair.
“We collaborate very well together,” Kathleen says. “It’s easy to bounce different ideas off him, mostly because he’s so accessible to me!”
Adds Don: “It’s easy to stay motivated. The event continues to grow, and that challenges us to improve on last year’s parade.”
Both say they want to expand the festival, add more crowd-pleasers and reach out to the constantly changing community.
“To do that, we have to raise a lot of money through sponsorships, and sponsors want to see an event that draws big crowds and has brand recognition,” Kathleen explains. “So it’s a balance that has to be gained, and I think we’re doing the things we need to do to reach that goal.”
The 64th Junior Orange Bowl Parade theme is “Sailing to New Adventures,” which commemorates the 500th anniversary of Ponce de Leon’s arrival Florida.
Led this year by grand marshal Ron Magill of Zoo Miami, the parade begins at 4 p.m. on Sunday, Dec. 30, by heading south on Ponce de Leon Boulevard starting at Alhambra Circle. The parade will turn west on Miracle Mile and finish in front of the grandstand seating area on Biltmore Way, right in front of Coral Gables City Hall.
Attendance is free; a limited number of grandstand tickets can be purchased in advance for those preferring premium seats. For more information, call 305-662-1210 or visitwww.jrorangebowl.org.
Barbara Acevedo is a senior at the University of Miami with a major in economics and a minor in public relations.
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martes, 18 de diciembre de 2012

Increíble: Bebé prematura se salva por un par de tijeras que había en la balanza

Cualquier bebé que sobrevive a un nacimiento prematuro es considerado por sus padres un milagro. Pero para Kate y Renato Douse, su hija es muy especial. Por poco, Maddalena es uno de los bebés prematuros más pequeños que ha sobrevivido en el Reino Unido, y todo gracias a un par de tijeras.
Nacida con tan sólo 23 semanas de gestación, los médicos no estaban seguros de si iba a sobrevivir, o si debían tratar de salvarla.
Las actuales directrices éticas en el Reino Unido sobre el cuidado de bebés muy prematuros sugieren no proveer cuidado activo para los bebés nacidos a la semana 22 o antes de ese tiempo.
Pero cuando esta bebé fue puesta en la balanza sólo pesaba una libra, y era el peso mínimo para que un bebé fuera considerado viable, por lo que decidieron luchar para mantenerla con vida.
Según publica el Dailymail, fue cuando ella estuvo a salvo en el respirador, que los médicos descubrieron un par de tijeras que se había quedado accidentalmente en la balanza y que en realidad Maddalena sólo pesaba 382g.
Ahora, con seis meses de edad, ha sido dada de alta del Hospital Royal Sussex y se espera que crezca como una niña sana.
Los bebés prematuros que nacen alrededor de 24 semanas pasan a las unidades neonatales de cuidados intensivos, aunque sus padres suelen optar por la retirada de la atención en algún momento cuando el panorama médico para el niño empeora.

fuente:informe21





martes, 11 de diciembre de 2012

Emplean púas de puercoespín para crear agujas médicas en EE UU


martes 11 de diciembre de 2012 09:48 AM
Agencias / España
Investigadores del Hospital Brigham y de Mujeres en Boston (EE.UU.) han descubierto lo fácilmente que penetran las púas del puercoespín en los tejidos y por qué, una vez se han introducido en la carne, a menudo son difíciles de eliminar. Estos hallazgos, que se publican en The Proceedings of the National Academy of Sciences, pueden ser beneficiosos para el desarrollo de cánulas y agujas médicas.

Los investigadores, dirigidos por Jeffrey Karp y Robert Langer, del Massachusetts Institute of Technology (MIT), afirman que el hallazgo podría llevar a los fabricantes de dispositivos a diseñar agujas médicas que penetren fácilmente en las superficies y sean resistentes, así como crear la próxima generación de adhesivos médicos, informó el diario español ABC.

Los científicos usaron púas naturales de puercoespín y réplicas de plumas de poliuretano sintéticas para comprender las fuerzas físicas que entran en juego cuando las púas penetran y se retiran de una variedad de tejidos, incluyendo el músculo y la piel.

Puercoespín

El puercoespín norteamericano tiene aproximadamente 30.000 púas defensivas en su parte posterior y las libera al entrar en contacto con los depredadores. Cada púa contiene una punta cónica negra salpicada con una capa de microscópicas púas en sentido hacia atrás y una base lisa cilíndrica, con lo que los investigadores revelaron que la geometría de la pluma le permite penetrar en el tejido con facilidad y una vez dentro mantener una alta adhesión.

Según los expertos, las púas han desarrollado un mecanismo especializado al tener las púas microscópicas mirando hacia atrás, similares a hojas de sierra que requieren menos trabajo para cortar el tejido mediante la localización de la fuerza en las puntas de los dientes de la hoja. Igual que las cuchillas dentadas proporcionan cortes más limpios en el tejido, las púas aparecen para minimizar la fuerza de penetración a través de la reducción de la deformación del tejido.

"Retirando cuidadosamente las púas, hemos descubierto que, además de sus características físicas, la ubicación de las púas desempeñan un papel importante en la reducción de las fuerzas de penetración y maximizan el trabajo necesario para tirar del tejido", señala Woo Kyung Cho.

Los investigadores creen que este enfoque puede tener muchas implicaciones en múltiples disciplinas como la medicina. "Debido a que las cánulas pueden agarrar fuertemente el tejido con una profundidad mínima de penetración, a menos de medio centímetro es suficiente y no es necesario que se doblen como las grapas para lograr una fijación segura, estos resultados pueden ser muy útiles", explica James Ankrum. "Esto puede ser útil para desarrollar adhesivos médicos de próxima generación y potencialmente diseñar agujas con una reducción del dolor", agrega Karp.

Curan leucemia en niña de 7 años en EE UU gracias a virus del sida modificado


martes 11 de diciembre de 2012 02:24 PM
AFP / NUEVA YORK

Médicos de un hospital de Filadelfia (este de Estados Unidos) afirmaron haber curado un caso de leucemia en una niña de siete años gracias a un tratamiento experimental que utiliza una forma modificada del virus del sida.

Tras luchar dos años contra un cáncer de sangre, la pequeña "enfrentaba desalentadoras perspectivas", según los doctores del Hospital de Niños de Filadelfia.


Por ello en febrero pasado acordaron probar un tratamiento para combatir la leucemia a través de un aliado poco convencional, un alteración genética del virus del sida.


Ayudados por esta modificación de la cual retiraron todos los devastadores efectos del sida, los doctores mejoraron la inmunidad de las células de la niña de forma que combatiera la leucemia.


El tratamiento de Emily Whitehead es uno de los primeros de este tipo y no puede ser considerado aún "una receta mágica", según el hospital, aunque en el caso de la niña funcionó de manera completa.


Los médicos retiraron millones de linfocitos T, o células T, de Emily para modificarlos en laboratorio con la alteración del virus del sida y volver a inyectarlos en el cuerpo de la niña.


Introducir un nuevo gen


"Para que los linfocitos T ataquen el cáncer, tuvimos que agregar un nuevo gen. Ese gen permite a las células T producir una proteína que las conduce a atacar al cáncer", explicó a la AFP el doctor Stephan Grupp, pediatra especializado en cáncer en el hospital de Filadelfia.

"Para que ese nuevo gen penetre en las células T utilizamos un virus, desarrollado a partir del virus del sida. Pero todos los elementos del virus VIH que pueden provocar una enfermedad fueron retirados", agregó el responsable del grupo que llevó a cabo el tratamiento.


La paciente "no fue tratada con el virus del sida desactivado", sino que "se extrajeron células de su cuerpo y se las trató para incorporarlos el nuevo gen", continuó.


Tras el inicio del tratamiento, la niña cayó gravemente enferma a raíz del aumento de una proteína, resultado directo de la implantación de células modificadas.


Un medicamento permitió frenar la producción de esta proteína y Emily se restableció rápidamente.
Actualmente, el cáncer ha desaparecido de su cuerpo: "Hemos verificado su médula ósea para ver si la enfermedad había regresado tres y seis meses después del tratamiento y no hay ningún rastro".
La pequeña ha vuelto a su casa y la escuela.


Sin embargo, otro niño sometido el mismo tratamiento sufrió una recaída, según el hospital.
Un total de doce pacientes siguieron este tratamiento experimental, diez adultos y dos niños. Nueve de ellos reaccionaron favorablemente.


"A pesar de que los primeros resultado de este tratamiento son alentadores, la experiencia se encuentra apenas en sus inicios", indicó con prudencia el hospital.


También precisó que este tratamiento era una opción única para quienes sufren una forma avanzada de leucemia y que no responden a la quimioterapia.